viernes, 17 de diciembre de 2010

Silencio...



El demonio me había rasgado
las medias otra vez,
había clavado sus colmillos
en mi cuerpo otra vez..
El veneno se escapaba burbujeante
entre mis labios...
Él ya no intentaba calmar mi ira,
sólo vi indiferencia en su mirada...
Luego, su respiración en mi nuca...
besos húmedos y desesperados...
Su perfume me enloquecía,
pero sólo era su juguete una vez más...
Su ser corriendo
despacio en mi espalda...
Gemidos oscuros,
luego llegó el silencio
su mirada fría
matando cualquier destello de dulzura
en medio de la oscuridad.*

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