sábado, 15 de enero de 2011

Que no te tapen la boca ...


No seamos hipócritas, la objetividad no existe..
No seamos hipócritas, todo el que tenga dos dedos de frente puede vislumbrar el lazo profundo entre los medios de comunicación y la política...

No es en vano, que el periodismo sea llamado el cuarto poder y el negocio de las noticias genera mucho dinero. Ser el nexo entre los hechos y la opinión pública genera muchas veces en los dirigentes de cada lugar cierto respeto y miedo, pero también el deseo de mover los hilos.

En la historia de los medios convencionales de comunicación siempre han existido los intereses políticos disfrazados de "línea editorial", pero tal vez antes pasaban más desapercibidos y hoy se exhiben con etiqueta y precio.

Por eso, tal vez, el romanticismo de algunos por los fanzines y los medios alternativos de comunicación, donde no hay reglas, intereses, ni objetivos turbios.

Ser un medio independiente es difícil y poco rentable para un comunicador, pero no imposible. Igualmente, esto hace que los profesionales de la comunicación dejen todo en manos de empresarios que sólo quieren explotar el negocio de la noticia. Con sus ya conocidos manejes y arreglos con uno u otro bando político.

El trabajador de prensa se ve obligado a cumplir su función respetando las "líneas". Pocas veces escuchan sus condiciones, muchas otras son inducidos a dibujar la realidad a fin de ubicar los hechos a la "ideología" del medio.

Aún así, cuestionables o no, los periodistas se encuentran al margen de toda guerra política o interna de bandos, cada quien hace su trabajo como quiere o puede. Y pese a eso termina siendo presa de los caprichos entre enemigos partidarios. Y eso no es justo, y eso es enfermo, malicioso, rebiuscado.

Nunca antes mejor dicha la frase "el hilo se corta por lo más fino", los trabajadores y la gente terminan pagando las consecuencias de una lucha por el poder (el cuarto, o el que venga).

¿Cómo es posible que a esta altura de la historia todavía debamos sufrir las consecuencias de un Gobierno apático y autoritario, ese que no permite diversidad de opiniones, ese que continúa con las viejas prácticas de vendar los ojos de la gente. Tapando la realidad del hambre, la pobreza, la inseguridad ... con obras públicas majestuosas -hábil método para dibujar presupuestos y comer uno lindos billetes- y planes sociales -que sólo aumentan la ignorancia y la pereza- generando la cultura del clientelismo por poco más de un pancho y una coca.

¿Cómo es posible que a esta altura ... se den el lujo de comprar jueces, manipular fuerzas y utilizar todas las armas para evitar que un medio "opositor" (por no decir realista) deje de contar la verdad de la gente, los reclamos, las necesidades. Medios que dan libertad a sus periodistas para tratar la información a su manera y sacarle el maquillaje a miles de estrategias fraudulentas del gobierno de turno.

La cultura del terror, parece no haber terminado en Argentina..
El poder es sucio.. la ambición es grande .. la dignidad es poca .. y la libertad de prensa sólo parece una linda frase.*

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