jueves, 11 de octubre de 2012

Noche

La noche llegó y entró por la ventana. Trajo al viento con ella y se quedan a dormir hoy.
No andan siendo fáciles los días por estos lados, como se suponía que debían ser. El café hace todo más llevadero.
El silencio, no me gusta, como siempre, pero me estoy acostumbrando, o eso creo.
Muevo los pies, veloces. Nervios, ansiedad como si pudiera pedalear las agujas de este viejo y gigante reloj.
Mi caos fue creciendo en el último tiempo. Estoy volviendo a la normalidad, eso no se siente bien. 
Creo que extraño el río, pero me da miedo entre tanta oscuridad y el viento tan filoso.
Atracones de palabras. Otra vez escondiéndome. Quizás estuve dormida todo este tiempo. 
Habré tenido uno de esos sueños que se sienten en el cuerpo. Tan real. 
Estabas ahí con todo el silencio del mundo acurrucado en tu mochila y las sonrisas desbordadas. 
Un universo tan cálido en las estaciones más frías. Ahora es primavera, pero parece que fuera julio, otra vez. Voy a irme a dormir, esperando volver a la esquina y chocarme con vos.

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