Luego de atravesar todo el mundo de libros y objetos de épocas pasadas que habitan La Palma, en el patio llovieron los fanzines. Hubo un Observatorio de fanzines y publicaciones alternativas, es decir una muestra de algunos de esos bichitos de papel que guardamos con cariño a lo largo de muchos años.
Un lindo grupo de inquietos se acercó para matar el aburrimiento que caracteriza a los domingos de siesta y dieron rienda suelta al armado de publicaciones.
A partir de algunas coordenadas que soltaron los fanzineros que impulsaron la iniciativa y dando algunos ejemplos de distintos formatos de fanzines, cada uno de los asistentes se animó a escribir, dibujar, recortar, pegar y dar vida a sus propios fanzines. Una maquinita fotocopiadora cerró el perfecto círculo, con fotocopias en el acto de cada producción.
Larga vida al Fanzine!
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