lunes, 27 de julio de 2009

Hallazgo 4: Macoomba

En medio del caos sísmico de la vida, donde la realidad de uno se vuelve tan sensible, existen esos impulsos inevitables.

Durante los conflictos que me generaba el hecho de no poder darle a Fetiche la forma que yo buscaba, sentía una voz nuevamente aturdiendo. La voz de “Señorita Bronca” que escupía sus enojos ante distintas situaciones y se ponía la remera de “el destino pega porque sabe, pegue nomá”.

Mientras más me hablaba Señorita Bronca más fuerte sonaban las Curvettes.

Al mismo tiempo que me enfrentaba al despojo del prejuicio que habitaba en mi desde hace muchos años “no quiero amigas mujeres”, nacía un vínculo bastante fuerte con una chica igual de loca que yo.

Ella insistía en que sacaría un zine llamado “Sacáte el metal”, pero de la palabra nunca avanzaba así que le agité para hacer algo juntas pero con el nombre “Macoomba” –canción de las Curvettes- siguiendo con mi mala costumbre y atracción hacia lo oscuro, pero que viniendo de las dos sería algo así como un exorcismo donde cada una se sacaría la mierda.

Como todo impulso al poco tiempo Macoomba sobrevoló la ciudad para escupir su veneno y también nos salpicó a nosotras. La falta de diálogo ante las diferencias de conceptos y prioridades, terminó cagando el proyecto y lo que parecía ser una amistad.

Al poco tiempo esta niña prematura se ahogó en su propio veneno, agotando cualquier chance de retorno.*

1 comentario:

Jem dijo...

VENENO=ORGULLO
ojala cambies eso